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Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte | Director de EDUVIC-Inspira tu país | Director del Programa DTD en la Universidad Europea Miguel de Cervantes | Análisis Observacional y Detección de Jóvenes Talentos en Fútbol | Deporte y educación al servicio del desarrollo humano

viernes, 7 de noviembre de 2014

Mi decálogo de los sueños

1. Elige lo que deseas, márcate una meta. Tómate el tiempo necesario para discernir qué es lo que realmente anhelas, aquello que siempre consideraste el trabajo u ocupación que te aportaría una completa realización en todos los sentidos. Cuanto te hayas enfocado en ello, ya no habrá marcha atrás, es el momento de emprender un emocionante viaje hacia la obtención de tus sueños.

2.  Toma nota de todos los hábitos o personas presentes en tu día a día que te apartan o te apartaron en su momento de tu meta. Elimina de tu vida todo aquello que te resta y supone un freno en tu avance, en especial esas personas tóxicas cuyo único interés es el de verte caer. Asegúrate de que los que estén contigo remen en tu misma dirección y estén dispuestos a espolearte para conseguir tus sueños. No importa la cantidad de amistades que tengas, sino la calidad.

3. Olvídate de cualquier sentimiento de culpa o frustración acontecida en el pasado. Ya no hay tiempo para lamentarse, todo lo sucedido anteriormente ha sucedido por alguna razón que ahora desconocemos. Toma los recuerdos positivos como refuerzo emocional y lo negativo como aprendizaje, pues ya ha comenzado tu camino hacia la meta y ninguna distracción puede perturbarte ni generarte dudas.

4.   Márcate pequeños objetivos a corto plazo. El camino será largo y nada vendrá a tu mano por arte de magia, por lo que asegúrate de tener pequeños objetivos que ir cumpliendo para recordarte que estás en el camino correcto y en constante avance hacia la meta. Si un día sientes al acostarte que estás un poco más lejos de tu sueño que el día anterior, es señal de que debes corregir algo de inmediato. No podemos permitir que un solo día sea en vano.

5.   Muévete, innova, interactúa, atrévete a fracasar. Has de estar preparado para los obstáculos que van a presentarse en el camino, pues su existencia es muestra de que estás siguiendo el sendero adecuado. Levántate una y otra vez, y cuanto más fuerte sea el golpe, más grande debe ser tu convicción de que ese sueño no se te va a escapar de las manos. Enfócate en la meta y no dejes que nadie te haga perder un ápice de la fuerza e ilusión que tienes puesta en ella. La perseverancia es la clave.

6.  Aléjate de corrientes de pensamiento generalizadas y seguidas por la masa social sin cuestionarse el porqué de su existencia. Donde todos piensan igual, nadie piensa mucho. Atrévete a crear un pensamiento crítico independiente y duda de todo, hasta del principio más simple, pues aquellos que dudan están en lo cierto.

7.  No asocies tu camino del éxito a ídolos ni personas influyentes de la sociedad. Cada experiencia, cada vida, cada contexto personal es diferente; ellos generalmente, salvo contadas excepciones, no son un espejo donde reflejarte. La sociedad actual se presta a crear historias idílicas, sacadas de película y personas aparentemente perfectas, pero la realidad es muy distinta. Tienes el potencial necesario para que pronto ellos sean los que te admiren a ti, demuéstrale al mundo lo que vales desde la originalidad y la creatividad.

8.  Enfócate en crecer en el ámbito perteneciente a la meta que te has marcado. La experiencia me ha demostrado que el error de las personas es desgastarse y desperdiciar su valioso tiempo en ámbitos que no se corresponden con sus sueños; tiempo que es aprovechado por las personas que están en directa competencia con ellas para superarlas.

9.  No dejes nunca de creer en ti por muy difícil que parezca el objetivo, la vida puede cambiarte de la noche a la mañana. Es tu sueño, tu vida, la de nadie más…lo tienes en tu mente y tarde o temprano llegará a tu vida. Es lo que amas y el corazón nunca te falla a la hora de conseguir algo, pon toda la pasión en ello hasta la extenuación.

10. Disfruta del camino. El éxito no es la meta en sí, sino el bonito viaje recorrido para conseguirla, en el que poco a poco se van conectando todos los puntos que son necesarios para alcanzar tu sueño. Si te marcas como felicidad el obtener la meta, serás tremendamente infeliz toda tu vida y no serás capaz de gestionar el gran choque de emociones heterogéneas en tu mente. 

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